MACÍAS ME DIJO MUCHAS COSAS, MUCHAS COSAS MÁS... QUE GUARDO MUY CELOSAMENTE, AFIRMA SU ABOGADO DEFENSOR EN UNA CONVERSACIÓN EPISTOLAR

Corroboración
CONVERSACIÓN EPISTOLAR CON MLLE. DE MIREPOIX MARIE-CAROLINE

Hace tres o cuatro días, a tu insistencia, y aceptando la invitación de Agustín Nzé Nfumu, y, como tú dices, ayer Secretario General del gubernamental PDGE, y hoy ni sé lo que es ni tan si quiera lo que será mañana, te hiciera, por sus imprudentes declaraciones. Vamos, pues, a hablar.

Yo me llamo Eloy Eló-Mvé Mbéngono, Abogado, licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid; sesenta y un años de edad, separado, con hijos. En su día, fui Abogado defensor del expresidente Francisco Macías Nguema Biyogo en el simulacro de juicio que se le hincó en septiembre de 1979.

Permítame decirte, Mlle De Mirepoix Marie-Caroline, que el Presidente Obiang Nguema va a perder el poder, entre otras cosas, porque está rodeado de una caterva de aduladores que no le dicen la verdad; en política la fidelidad no se identifica con la sinceridad, y ambas son necesarias en la política. Yo le digo a Agustín Nzé Nfumu, que él mismo sabe en su fuero interno que toda su actuación, sobre todo en los últimos días desde las mal llamadas elecciones presidenciales, todo lo que ha dicho y escrito va directamente en contra del dictador; está perjudicando adrede al dictador. Está haciendo la política de río revuelto ganancia de pescadores; la política de divide y vencerás.

Yo conozco personalmente a Agustín Nzé Nfumu. Sé que él distingue perfectamente lo que es una persona física y lo que son sus ideas. Y en la democracia, no se mete uno con la persona física que es tu contrincante, el opositor, el disidente; sino que se rebate sus ideas, dejando libre su intimidad; es decir, no se insulta a un contrincante político ni sacas a la luz sus posibles defectos, sino que se combate únicamente sus pensamientos políticos. De lo contrario, no se ejerce el derecho de libertad de expresión, sino que se comete una injuria; esto es delito, aquéllo, el ejercicio de un derecho subjetivo público. No se puede hacer democracia sin ser antes demócrata.

Yo he leído con anterioridad una declaraciones del señor Nzé Nfumu, en las que afirmaba que los que mataron a Job Obiang Mbá, al Padre José Esono Mitogo, Buenaventura Ochá Ngomo, Jesús Alfonso Oyono Alogo, fueron Bonifacio Nguema Esono y Felipe Ondó Obiang, “apóstoles de FDR”, decía. Agustín Nzé Nfumu, le conozco, sabe que esta afirmación gratuita es un delito tipificado en el Código penal bajo la rúbrica de calumnia, atribuir a una persona aquello que, de ser cierto, es delito perseguible de oficio, como en este caso, el matar, asesinar. Hay que tener mucho cuidado porque en estos tiempos ya existen muchos tribunales; Agustín Nzé Nfumu, algún día podría declarar sobre esto ante una instancia judicial.

Yo fui Abogado defensor de Macías. Después de las sesiones del Tribunal, yo iba a tener reuniones de trabajo en la cárcel, dibujando las estrategias para llevar a cabo su defensa. Hablaba conmigo, y me dijo muchas cosas, muchísimas cosas que ahora no vienen a colación. Precisamente, un día, cuando el famoso periodista Juan Eyene Okua me llamó “desquiciado” y “borracho” en la televisión estatal, porque yo, ejerciendo de Fiscal General de la República, denuncié la alta corrupción de la Administración de Justicia y la inseguridad jurídica en el país, yo le dije a Juan Eyene Okua que no quería contestarle a él, sino a la persona que le mandaba a insultarme. Entonces, por Radio Exterior de España dije que si me volvían a insultar, yo revelería ciertas cosas que yo sabía y que me había dicho Macías cuando estaba en la cárcel.

Efectivamente, todo lo que ha dicho Bonifacio Nguema Esono, coincide exactamente con lo que me había dicho Macías acerca de la muerte de Jesús Alfonso Oyono Alogo, el Padre José Esono Mitogo, Buenaventura Ocha Ngomo, Job Obiang Mbá, etc. Y me dijo muchas cosas más. Yo sé muchas cosas.

El día que me tocó a mí, como Abogado defensor de Macías, interrogar al Sargento Ondó Elá durante una de las sesiones del Tribunal, ésta fue la conversación que tuve con él, cuando estaba bajo juramento indecisorio:

_ “Sr. Ondó Elá, tú eres el verdadero eje de este asunto. Macías era Jefe de Estado, y tú era Jefe de cárcel, donde ha muerto mucha gente. Tú puedes terminar este asunto diciendo al Tribunal quién mataba a la gente en la cárcel, ya que acabas de negar que tú, como Jefe de cárcel, no has matado a nadie. Entonces digas al Tribunal quién mataba a la gente”.
_ “Yo soy un Sargento; si me viene un Oficial a decir que Macías ha dicho que maten a tal o tal fulano, yo no puedo hacer nada”.
_”¿Qué hora te traían estos mensajes?”
_ “Por las noches”
_”Di al Tribunal qué Oficial u Oficiales te traían estos mensajes”

El procesado se calló. Yo insistí mucho ante el Tribunal exigiéndole el o los nombres de los Oficiales que le traían tales mensajes de parte de Macías, y Ondó Elá se callaba; y el Tribunal, ante mi insistencia, me mandó callar retirándome la palabra.

Yo creo que algunos que estaban en aquella sesión del Tribunal se acuerdan todavía de esta escena.

Macías Sabía que iba a ser ejecutado. De nada sirvieron las palabras de consuelo y aliento que yo le dirigía para convencerle que no, que todo se arreglaría; y me dijo apreciadamente:

_ “Tú eres tonto; no conoces al joven Jefe de Estado”.

Estábamos los dos solos en una nave.
Y se puso a llorar amargamente.
Aquel día me dijo:

_ “¿Sabes por qué Ondó Elá no ha contestado a tus preguntas?”
_ “No”. Le contesté.
_ “Con este silencio él se ha comprado la vida; no ha querido citar al verdadero asesino”.

Efectivamente, Ondó Elá, no solamente no fue ejecutado, sino que, como dice Bonifacio Nguema Esono, fue nombrado Delegado Gubernativo de Mongomo, donde hoy día está de Jefe militar el Mbá Mendama ése, alias Efepulé, asesino condenado a veinte o treinta años de cárcel... ¿Cumplirá un día íntegramente esta condena?

Sr. Nzé Nfumu, por favor, con tus imprudentes declaraciones, no nos obligues a recordar estas cosas.

Macías me dijo muchas, muchas cosas más... que guardo muy celosamente.

ELOY ELÓ-MVÉ MBÉNGONO
Abogado defensor de Macías.


Fuente: ELOY ELO-MVÉ MBÉNGONO

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