Madrid.- 3 de marzo de 2006. El Vicepresidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, Armengol Engonga, ha calificado la noticia de la solicitud oficial de extradición de Severo Moto a la dictadura Guineana de “ un sinsentido insultante e incalificable”. Se trata de una tomadura de pelo al Estado de Derecho Internacional. Deberían de explicarle, al dictador de mi pueblo, que los déspotas no caben en el mundo civilizado”. Engonga participaba en una reunión privada, con periodistas españoles a los que no les cabía en la cabeza la sola posibilidad de una iniciativa de ese tipo.

Europa Press, agencia española de noticias que da amplia cobertura a los temas guineanos, había difundido un despacho en el que destacaba la presentación , de manera oficial, de un documento que pedía a las autoridades españolas, en el registro del Ministerio de Asuntos Exteriores y con copia en la Embajada española de Malabo, la detención y puesta a disposición de las “autoridades” de Guinea Ecuatorial del disidente Severo Moto.

Los periodistas no daban crédito a la noticia. Uno de los contertulios ironizó: “ Y ¿quién es el que va a dar la orden de detener a Severo Moto?... no me imagino a la Guardia Civil buscando a Moto y aporreando su puerta para sacarlo de casa y meterlo en un coche, esposado y aterrorizado. No me imagino que un Guardia Civil esté dispuesto a cometer semejante tropelía. No me puedo imaginar a Moto escoltado por dos policías y subiendo al avión. Es, simplemente, una aberración”.

Al parecer, la historia comienza con el periplo de un siniestro personaje, nombrado Fiscal General del Estado Guineano, que se llama José Oló Obono. Este individuo es un conocido “correo” del sátrapa guineano. Permanentemente asociado al mundo de los maletines y las comisiones recorre medio mundo, gratis total, para realizar los más variopintos “negocios”. Últimamente, fuentes diplomáticas, lo relacionan con el pago de los sicarios que acabaron con la vida de un destacado activista opositor hace pocas semanas. Como compinches en acción de eliminación a miembros de la oposición, destaca cierto despacho de abogados con bufete en la Gran Vía madrileña y con matriz en un país del Benelux.

La desfachatez de estos “actores” llega a extremos de insondable desvergüenza hasta el punto de que hay que recordarles lo más obvio y es que no se puede entregar a una persona inocente a una banda de peligrosos e irresponsables delincuentes internacionales. Bien, pues eso tan “obvio” no se les ocurre ni al Fiscal General del Estado guineano y lo que es inadmisible, al “despacho” de abogados de Madrid. Mientras, el dinero que el pueblo no tiene para vivir con la más mínima dignidad, es dilapidado por estos crueles personajes en acciones imposibles. Uno de los periodistas se preguntaba por el coste de estas actividades “viajes, alojamientos y servicios pintorescos de asesoría” pero lo más triste es ver la “cándida” respuesta de nuestros representantes a tan absurda petición:

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, recibió el pasado viernes en la sede de la Fiscalía General a su homólogo guineano, José Oló Obono. En la reunión, a la que también asistió el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, se habló de la solicitud de extradición de Moto y de las garantías legales que ofrece el país africano, así como de potenciar la carrera fiscal en Guinea.

El escrito basa su petición en el Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo aprobado por la Asamblea General de la ONU, debido a que entre España y Guinea no existe un convenio bilateral de extradición. Las conductas que imputan las autoridades guineanas a Severo Moto se resumen en la ´participación, financiación, organización y planificación del intento de golpe de Estado contra el legítimo Gobierno de la República de Guinea´.

“Quien conozca a Severo Moto y sólo con verlo se sabe que no es un hombre que pueda expresarse de manera violenta”- afirmaba con rotundidad uno de los reunidos- “ En la solicitud entregada acusan a Severo Moto de poco menos de vestirse de soldado, de pagarse el fusil y las balas, de organizarse y entrenarse y de planificar un Golpe de Estado contra el legítimo Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial, gobierno dictatorial que lleva 36 años en el poder mediante un golpe de estado y que mantiene en condiciones de tortura física y mental a más de 300 presos de conciencia y a toda la población”, señaló.

“Es el absurdo llevado a la máxima expresión. Si tuviéramos la capacidad de organizar un grupo de soldados mercenarios, nuestra vida, sería completamente distinta. Vivimos de nuestro trabajo, somos ciudadanos que se ganan el pan honradamente, y no precisamente como lo hacen los corruptos detentadores del poder en Guinea Ecuatorial”, añadió el Vicepresidente Armengol Engonga quien también está condenado a más de 50 años de cárcel por la dictadura.

Lo dramático del caso es que la corrupción en Guinea Ecuatorial es muy preocupante. Durante la comida de trabajo se habló de las trágicas consecuencias que conlleva, sobre todo para el pueblo, está aberrante manera de gobernar. Lo realmente asombroso no es que Severo Moto intente la democratización, la dignidad y el progreso de Guinea Ecuatorial, lo escalofriante es que hay personas que se mueren por culpa de la desatención y el silencio. El Vicepresidente Engonga pedía a los periodistas que siguieran los vericuetos que habría de recorrer el trámite y que se analizaran los riesgos que corremos, todos, cuando tratamos con estos personajes sin escrúpulos. “Se analiza un estrambótico golpe de estado y no se analiza la diaria violación de los derechos humanos contra todo un pueblo”. La reflexión del Vicepresidente en el exilio es más que significativa.

El asunto es tan lamentable que “por defecto de forma”, el documento, deberá volver a presentarse. En la conversación salieron referencias muy interesantes tales como, el dinero que le cuesta al erario guineano esta causa, perdida de antemano. Algunos se preguntan por el sentido que tiene esta inquina personal contra un opositor. Para el vicepresidente del gobierno en el exilio, Armengol Engonga, la situación de Severo Moto es de tal gravedad que se hace intolerable.

Severo Moto es el opositor “referencia” de la disidencia guineana. lleva más de dos décadas luchando por la democracia. Severo Moto ha soportado intentos de asesinato, amenazas, extorsiones, engaños. Severo Moto ha sufrido los estragos de la violencia física, la tortura, la permanente amenaza del fusilamiento, la cárcel y aún así ha vivido y vive exclusivamente por que le den una oportunidad a Guinea Ecuatorial. Severo Moto ha organizado un Partido Político y mantiene un Gobierno en el exilio incapaz de ejercer o exaltar la violencia pero con la esperanza de contribuir a la paz y el desarrollo de Guinea Ecuatorial.

El Vicepresidente puso de manifiesto que muchos guineanos han tenido que huir de la dictadura y que hoy son unos cualificados profesionales, “creo que – dice Engonga- la democracia permitirá el regreso de los exiliados que , no os quepa duda, llevarán sus experiencias y conocimientos para hacer de Guinea Ecuatorial un lugar digno para vivir. El opositor , Severo Moto, vive actualmente bajo la amenaza de un gobierno dictatorial, que no duda en utilizar hasta el Fiscal General guineano, con el fin de eliminarlo de la escena política. En círculos de la oposición exiliada se teme por la seguridad de Moto ante la debilidad del Gobierno de España.



Nota: En la foto: José Olo Obono, fiscal jefe de la dictadura de Obiang Nguema.

Fuente: Gobierno en el exilio

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